BODEGONES Y PAISAJES

La obra de Lorena Fernández y Luisa Abuchaibe, dos artistas con tendencias costumbristas, se exhibirá hasta el 4 de junio, en la Cooperativa de la Flota Mercante Grancolombiana.
Fernández estudió diseño publicitario y recibió clases con el escultor Florentino Carreño. Ha expuesto en la Galería Universal, Galería El Callejón y en el Museo Francisco José de Caldas, entre otros. En esta oportunidad presentará bodegones de frutas y objetos representativos de nuestra cultura, una serie de trabajos inspirados en las tradiciones artesanales indígenas.
Luisa Abuchaibe, de corriente impresionista, muestra el paisaje colombiano y sus gentes en un marco de colores intenso y vocaciones nostálgicas. Sus obras han sido exhibidas en Barranquilla, Bogotá y Washington. Carrera 13 Número 27 – 75. Mezanine, 9:00 a 4:00 p.m.

BODEGONES Y PAISAJES

La obra de Lorena Fernández y Luisa Abuchaibe, dos artistas con tendencias costumbristas, se exhibirá hasta el 4 de junio, en la Cooperativa de la Flota Mercante Grancolombiana. Fernández estudió diseño publicitario y recibió clases con el escultor Florentino Carreño. Ha expuesto en la Galería Universal, Galería El Callejón y en el Museo Francisco José de Caldas, entre otros. En esta oportunidad presentará bodegones de frutas y objetos representativos de nuestra cultura, una serie de trabajos inspirados en las tradiciones artesanales indígenas. Luisa Abuchaibe, de corriente impresionista, muestra el paisaje colombiano y sus gentes en un marco de colores intenso y vocaciones nostálgicas. Sus obras han sido exhibidas en Barranquilla, Bogotá y Washington. Carrera 13 Número 27 – 75. Mezanine, 9:00 a 4:00 p.m.

Rescata vendedores ambulantes y bodegones precolombinos

Los críticos más exigentes han encontrado en las obras pre-colombinas de Lorena Fernández un pincel muy seguro para seguir recuperando el encuentro de las culturas y rescatar la memoria perdida del universo pre Americano.
Desde sus estudios de diseño publicitario n Universitas de Bogota y de sus clases de arte con la profesora Maria Isabel Garcés, ex decana de la facultad de bellas artes de la universidad de la sabana, Lorena Fernández expresa una inclinación trascendental en la búsqueda de sus valores culturales.
Su profundo sentimiento por lo autóctono, sustentado en la confrontación de sus primeras vivencias en su natal Barranquilla, cuando de niña observaba en las esquinas callejeras a los vendedores ambulantes de golosinas, cigarrillos y frutas, le despertaron su producción artística resuelta en sus comienzos con la técnica del claroscuro que mezclo con elementos de barro, bronce y oro, actualmente depurado con el pastel, lo cual le ha permitido conseguir la textura del esfumato, una técnica que solamente Fernando Botero y Lorena trabajan con singular maestría.
En su balance pictórico de la serie de VENDEDORES no resultan por tanto, gratuitos los títulos de estas obras al bautizarlas Vendedora Urbana De Flores, Vendedora Ambulante De Algodones o Vendedora De Azúcar Caribeña, para distinguirla de la Santafereña.
La artista, que plantea en estos cuadros elaborados con gran composición, excelente contraste cromático y perfecto dominio de la luz, se define, como una pintora figurativa inspirada en Paul Gauguin, Goya, Velásquez y Fernando Botero. “Estos genios del arte, asegura Lorena, no fueron decoradores, sino historiadores del arte. Yo, particularmente a través de mis vendedores y bodegones, cuento en el lienzo lo que veo en mi entorno”.
Esta transferencia asociada a su talento de explorar e investigar otras manifestaciones culturales con sus bodegones muy auténticos, en los que introdujo figuras antropomórficas, vasijas, ánforas e innumerables objetos precolombinos, revelan en Lorena, no solo su dominio pictórico artesanal, sino reiterativo objetivo de acrecentar en su mensaje artístico el verdadero sentimiento estético, con el fin de que el espectador indague y encuentre la realidad Latinoamericana.
Con esta idea, Lorena Fernández se proyecto a nivel internacional en 1995 cuando fue invitada por el entonces embajador de Colombia Carlos Bula quien en la búsqueda de artistas que pudieran ser dignos representantes de un dominio compositivo colorístico y autóctono, escogió la obra de esta artista quien expuso en la sala Cultural del Hotel Marriot en Varsovia la serie de vendedores y bodegones precolombinos, cuya muestra fue adquirida en su totalidad en un solo día por los coleccionistas que la compraron con la convicción de llevarse en un bodegón Calima, Quimbaya o Muisca, un fragmento de la historia de Colombia.
Esta experiencia que le sirvió para ser reconocida internacionalmente, aunque esta artista ha hecho de la discreción un estilo, la sigue motivando para no detenerse en su oficio del arte que ejerce de diez a dieciséis horas diarias, porque esta segura de que le esperan otros triunfos en el viejo continente.

POR: OLGA DE VILLEGAS

Rescata vendedores ambulantes y bodegones precolombinos

The most demanding art critics have found a steady stroke in the precolumbian work of Lorena Fernández, a brush that will continue trying to recover the merger of two cultures and rescue the lost memory of the pre-american universe.
Ever since she obtained her Advertising Design undergraduate negree at Inuniversitas, in Bogotá, and upon completing her Art courses with Master in Fine Arts María Isabel Garcés, ex Dean of the Fine Arts Faculty of the Sabana University, in Bogotá, Lorena Fernández has shown a transcendental inclination for the pursuance of cultural values.
Her profound feeling for what is native, nourished by the confrontation of her first experiences in her hometown of Barranquilla –when as a child she would observe street corners filled with street vendors peddling candy, cigarettes and fruit- awakened an artistic production, which in the beginning was marked by the chiaroscuro technique that was blended with earth, bronze and gold elements or| objects, something that in time was depured with a delightful management of pastel, refinement that has enabled her to master the sfumato technique, a skill that only Fernando Botero and Lorena manage with remarkable adeptness.
So that is why the names of her series of VENDOR were not chosen by chance. They are a result of all of those reminiscences mingled with the observation of city peddlers, memories transferred to a brush that gives rise to art pieces like her Urban Flower Vendor, Cotton Candy Street Vendor or Caribbean Sugar Vendor, which –as she explains it- are different from the one you are likely to find on the corners of the streets of a capital city like Bogotá.
Through paintings crafted with great composition, excellent chromatic contrast and perfect management of the Light, the artist defines herself as a figurative painter inspired in the works of Paul Gauguin, Goya, Velásquez and Fernando Botero. “These Art geniuses -affirms Lorena- were no decorators, but Art historians. I, particularly, through my vendors and still lives, tell a story of what goes on around me on the canvas”.
This transference, which is associated to her talent for exploring and investigating other cultural manifestations through very authentic still lives, where she introduced anthropomorphical figures, vases, amphoras and innumerable precolumbian objects, reveal in Lorena, not only her pictorial command of handycraft, but a constant goal of expanding in her artistic message a genuine aesthetic feeling, so that the viewer is able to explore and find Latinamerican reality.
With this in mind, Lorena Fernández began achieving international recognition in 1995, alter she was officially invited by then Ambassador of Colombia to Poland, Carlos Bula, who in his search for exponents representing a worthy mastery of color and an autoctonous command of composition, chose the work of this artista. She exhibitted her series of Vendors and Still Lives at the Cultural Hall of The Marriot Hotel, in Warsaw, and the entire lot was sold in a single night to a select group of satisfied collectors, who had the conviction of acquiring a fragment of Colombia´s history encapsulated in a still life painting of the Calima, Quimbaya or Muisca precolumbian cultures depicted in her work.
Although the experience helped her get international acclaim, discretion has been a great part of her nature. She continues carrying out her task with great dedication, putting in ten to sixteen hours of daily work, convinced that there is much recognition still ahead, specially in the Old Continent.

BY: OLGA DE VILLEGAS

Crítica Arte Barcelona

Lorena Fernández es pintora sin tema, o con múltiples temas. En realidad, lo que a ella le importa es la técnica, es la expresión de sentimientos, es el crear ambientes. Huye de lo fácil y se sumerge ensueños que se van sucediendo en su motivación, siendo simple soporte de su exhibición técnica, consiguiendo unos registros delicados, plenos de sensibilidad, edificando un mundo propio.
Investiga seriamente, construyendo una obra firme, serena. Sobre su realidad construye la belleza, a veces de manera minuciosa, otras dejando espacio a lo atmosférico, para que la técnica se imponga a lo emocional.

Mario Nicolás
CRÍTICO ARTE BARCELONA

Crítica Arte Barcelona


Lorena Fernández is a painter without a topic, or one with an array of topics. She is more concerned about the technique, expressing her feelings, creating ambiances.
She flees from what is easy and dives into reveries that spring up in her motivation, which are a mere support for her exhibition technique, thus achieving a delicate record, plenty of sensibility, building a world of its own.
She undertakes real research, forming firm and serene work. She erects beauty over reality, sometimes meticulously, and other times leaving a space for what is atmospheric in order for the technique to prevail over the emotional.

Mario Nicolás
BARCELONA ART CRITIC

EL PAISAJE DEL NUEVO SIGLO

Lorena ha sido el símbolo de la evolución, su obra es la expresión de quien paso de lo puramente convencional y académico a encontrar una propuesta para narrar la realidad del siglo al que hoy nos enfrentamos; años de trabajo le permitieron ocupar el espacio donde hoy se le reconoce, es como hacer toda la carrera para presentar su trabajo final, que además es en nuevo punto de partida de un arte que va encontrando compromiso con la preservación del medio ambiente, seguramente en poco tiempo la veremos incursionando en temas letales como la contaminación, la perdida de la capa de ozono, el impacto visual, la polución y todos aquellos aspectos que comprometen la vida del planeta. En esa evolución a resuelto ese viejo paradigma de la función del arte, y naturalmente a favor de la creación y no la representación; sin embargo su plástica ha dejado claro que el referente sigue latente y no se pierde cuando se incursiona en los nuevos horizontes, eso de crear sobre la nada, no va con ella; ella expresa sensaciones y emociones en sus obras donde el referente está implícito: la urbe; y en esa indomable urbe es donde podemos plantear preguntas, cuyas respuestas conducirán a la interpretación de su obra.

¿Por qué no hay seres humanos en su obra?, ¿Dónde está el horizonte?, ¿Por qué su obra va de borde a borde del lienzo?, ¿Qué significado tiene el color?, ¿Qué es el esfumado., ¿Cuenta en su obra el oficio?

Lejos están sus representaciones de la labor humana o la elevación al tratamiento poético para mostrar géneros o ejercicios de lo puramente clásico. A ella la toco la preocupación por el sistema global, el calentamiento terráqueo, la perdida de significancia de los seres humanos, las moles de cemento y hasta la ausencia del romántico horizonte que heredamos del pasado, donde la mitad de la obra se dedicaba a la inmensidad de los cielos; sus creaciones hoy son, el paisaje de la urbe, la contaminación visual, la pérdida del espacio, haciendo de sus horizontes un juego cromático de estética en donde el tratamiento del color, la obliga a la ejecución de sus conocimientos sobre la teoría del mismo.

Toda la propuesta la desarrolla alrededor de las siluetas de la urbe, de sus ventanas interiores o vistas desde adentro y del impacto cromático del sol, sobre las grandes masas de cemento. Obras sin horizonte, con lejanos puntos de fuga y con el trato difuminado del material. Mantiene su oficio como reconocimiento al género, el color es saboreado en la paleta, se prepara y se aplica con diferentes grados de intensidad, dejando al ojo lo suyo; la definición de la imagen a partir del encuentro de los pigmentos, para ella el oficio es la condición básica de la pulcra ejecución, como el anti-plano del trabajo acucioso y reverente con la tradición, para ratificar que el cómo es el canal común donde fluye la comunicación. Su obra ha encontrado poco a poco que el llamado desarrollo, desarrollo que margina la creatividad humana, al punto que ya no somos parte del paisaje, lo que se observa es el mundo del cemento, frio o caliente pero impersonal.

En este panorama hasta el cielo lo perdimos, ese romántico concepto desapareció intencionalmente en su obra, para dejarnos claro el minúsculo significado que tenemos en este mal llamado desarrollo. Sus recientes creaciones han comenzado a contaminarse del color de la industria, negro, gris de peine y tonos de mugre, esta paleta va haciendo presencia y desplazando la romántica del color, se riegan por el conjunto de la obra haciendo de la inmensidad un paradigma que de plano menoscaba la preponderancia humana.

Lo elemental, lo cotidiano, las influencias del clima y hasta las mismas interpretaciones del paisaje clásico, se viven ahora en la inmensidad de la urbe, en las sombras, en los techos inclinados del perfil típico de la zona industrial, allí nos lleva para practicar no una, sino miles de veces con ese referente, que nadie valoro para elevar al tratamiento más estético. Que viva el color!. En hora buena alguien rescato el oficio sin perder el derecho a opinar y a utilizar los pretextos de la pintura como referentes cotidianos que permiten elevar a lo poético lo vanamente terrenal.

Lo más claro sobre su referente lo encontramos cuando nos cuenta con su obra “El Desequilibrio” la catástrofe del sismo en Chile, o con “Vegetación Urbana”, un sembrado de postes de cemento, cubiertos con la frondosa maraña de cables de corriente y comunicación, o con “Granizada”, aquella inolvidable tarde de hielo en Bogotá, o más claro con “A la Calera”, para recrear ese romántico camino Bogotano o “Derrumbe”, para reflejar la angustia del alma por los siniestros naturales, y más definido con la serie “Zona Industrial”, donde las consecuencias del irrespeto por el medio ambiente se hace visible. Eso sin recordar un encargo de un cliente de sabana adentro que motivo su obra, pidiendo un amanecer típico de esos esteros de llano adentro, y a la vuelta encontró las altillanuras demarcadas con niveles de color como si un artista metropolitano pudiera resolver ese encargo.

HÉCTOR RAMIREZ MORA
Curador

NEW CENTURY LANDSCAPE

Lorena has been the symbol of evolution, and her work is the expression of one who moved from the purely conventional and academic to finding a proposal that would describe the reality of our current century. Years of patient work enabled her to get to the position where she is now, achieving full recognition. I believe we could compare the effort with the one we have to undertake for graduate studies and having to present a final thesis. But this is also the turning point of an artistic creation that begins to have a commitment with environmental preservation, and that is why we will surely see her dealing with lethal issues like contamination, the loss of the ozone layer, visual impact, pollution, and all those aspects that place life in our planet at risk. Over that process of evolution, she has sorted out the old paradygm of the purpose of Art, and she has done it so, naturally, in favor of creation and not of sheer representation. Her paintings, however, have made it clear that the source for her inspiration is still there and it is not lost when she explores new horizons. Creating out of nothing at all is not what she aims to do; she expresses sensations and emotions in work where the referral is implicit: the city; and amidst that untameable city is where we can come up with questions, and upon answering those this will lead us to the interpretation of her work.

Why aren´t there any human beings in her work? Where is the horizon?, Why does her work go from edge to edge on the canvas?, What does the color mean?, What is this sfumato?, Does the craft count in her work?

Her representations of human struggle and the treatment of poetic elevation to show genres or purely classic exercises are very distant now. She was touched by concern over the global system, the warming of our planet, the loss of significance among human beings, concrete buildings, as well as the absence of the romantic landscape we had in the past, in which half of the work dealt with the immensity of the sky; her current creations deal with urban landscape, visual contamination, loss of spaces, turning her horizons in a chromatic play of aesthetics where the treatment of color commits her to the execution of knowledge of the theory behind it.

All this proposal is developed around the silhouettes of the city, of interior windows or views from the inside and the chromatic impact of the sun over the great masses of concrete. Paintings without horizons, with distant vanishing points and with the faded treatment of the material. She maintains her craft to acknowledge the genre, color is savoured on the palette, it´s prepared and applied with different degrees of intensity, leaving the effect to what the eye can perceive; the definition of the image, arising from the junction of the pigments: For her the craft is the basic condition of meticulous execution, a high plateau of diligent and respectful work that goes along with tradition, ratifying that the way it is conceived is like a common channel wherein communication flows. Her work has found, little by little, the call of development, a development that sets aside human creativity, to an extent by which we are no longer part of the landscape, and all that remains is the world of concrete, be it cold or hot, but impersonal.
In this scope of things, we have also lost the sky, and this romantic concept has intentionally disappeared from her work, clearly leaving a minute significance of what is wrongly called development. Her recent creations have begun to contaminate with the color of industry, black, gray and dirt tones, and this array of the palette starts taking over, setting aside romantic colors, spreading over the whole of her work, turning immensity into a paradigm that bluntly lessens human preponderance.

“What is elementary, daily, the influence of the weather, as well as the same interpretations of the classic landscape are now vibrant in the immensity of the city, in the shadows, in the tilted roofs of the typical profile of the industrial zone, and there is where we are taken to practice, not once but a thousand times, that referral, the one that no one has learned to appreciate to make it rise to the highest of aesthetics. Long live color! It´s about time someone rescued the craft without having to give up the right to state an opinion and use the pretexts of painting as daily referrals to lift what is vain and earthly to poetic heights.

Her clearest referral is found in her work “Imbalance”, where she makes us feel the catastrophical earthquake in Chile; or in “Urban Vegetation”, where we perceive a “plantation” of concrete street light posts, linked to a web of electricity and communication wires; or in “Hail Storm”, that unforgettable icy afternoon in Bogotá; or much clearly with “On the way to La Calera”, to reenact that romantic road that leads to Bogotá; or “Landslide”, which reflects an spiritual anxiety concerning natural disasters; or more defined, as with the series “Industrial Zone”, where the consequences for disrespectiong the environment are made visible. She still remembers when someone from the plains commissioned a painting that would show a typical sunrise of the flat lands, but she came up with a creation full of colors from the high plateau glowing with the tones of mamoth mountains. And then you wonder if it was really a good idea to commission an artist from the metropolitan area to embark upon a task more appropriate for someone who lives among cowboys.

HÉCTOR RAMIREZ MORA
Curator

Crítica El Heraldo

En Museo de Comfamiliar

Exposición de Lorena Fernández

El Museo Institucional del Centro Cultural Comfamiliar del Atlántico inaugura este jueves una exposición de la pintora Barranquillera Lorena Fernández Abuchaibe.

La muestra será inaugurada a las 8 de la noche en el Centro Cultural de Comfamiliar del Atlántico.
Lorena Fernández estudió diseño publicitario en “Universitas” de Bogotá tras ser becada por ese centro de estudios. Además, recibió clases con la profesora María Isabel Garcés, ex decana de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de la Sabana. Igualmente colaboró con el diseño de los colores y formas de los interiores de la aerolínea SAM, en 1987.
Lorena Fernández trabaja todas las técnicas. Durante mucho tiempo manejó el claro oscuro y mezcló elementos de barro, bronce y oro. En la actualidad trabaja con éxito el pastel y el óleo. Para ella la pintura es un medio de expresión en el cual pone a prueba sus cualidades y dotes innatos. Señala que la técnica se aprende y perfecciona, pero la creatividad es algo que nace y que combinada con le inspiración y las vivencias “permite establecer un puente entre lo que podríamos catalogar como alma, fuente de los máximos logros humanos, y el exterior manifestado a través de los sentimientos”.
Participó en la primera exposición colectiva en junio de 1988, en la Galería Universal, muestra organizada por la compañía seguros universal. Desde esa fecha viene mostrando sus obras en salones, museos y galerías, en exposiciones colectivas e individuales en Colombia y en el exterior. “La obra de Lorena tiene el significativo mérito de recuperar la memoria perdida del universo preamericano, sepultado por la llamada cultura, civilización occidental. Desde esta perspectiva, su obra es una propuesta, una visión humanista y utópica de tolerancia y encuentro d las culturas. Se explica entonces la entusiasta acogida que desde el año pasado merece su obra en Europa, a raíz de sus primeras exposiciones en el viejo continente”, señala el secretario general de la Universidad Central Ramón Manrique Boeppler.

Crítica El Heraldo

En Museo de Comfamiliar

Exposición de Lorena Fernández

El Museo Institucional del Centro Cultural Comfamiliar del Atlántico inaugura este jueves una exposición de la pintora Barranquillera Lorena Fernández Abuchaibe.

La muestra será inaugurada a las 8 de la noche en el Centro Cultural de Comfamiliar del Atlántico.
Lorena Fernández estudió diseño publicitario en “Universitas” de Bogotá tras ser becada por ese centro de estudios. Además, recibió clases con la profesora María Isabel Garcés, ex decana de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de la Sabana. Igualmente colaboró con el diseño de los colores y formas de los interiores de la aerolínea SAM, en 1987.
Lorena Fernández trabaja todas las técnicas. Durante mucho tiempo manejó el claro oscuro y mezcló elementos de barro, bronce y oro. En la actualidad trabaja con éxito el pastel y el óleo. Para ella la pintura es un medio de expresión en el cual pone a prueba sus cualidades y dotes innatos. Señala que la técnica se aprende y perfecciona, pero la creatividad es algo que nace y que combinada con le inspiración y las vivencias “permite establecer un puente entre lo que podríamos catalogar como alma, fuente de los máximos logros humanos, y el exterior manifestado a través de los sentimientos”.
Participó en la primera exposición colectiva en junio de 1988, en la Galería Universal, muestra organizada por la compañía seguros universal. Desde esa fecha viene mostrando sus obras en salones, museos y galerías, en exposiciones colectivas e individuales en Colombia y en el exterior. “La obra de Lorena tiene el significativo mérito de recuperar la memoria perdida del universo preamericano, sepultado por la llamada cultura, civilización occidental. Desde esta perspectiva, su obra es una propuesta, una visión humanista y utópica de tolerancia y encuentro d las culturas. Se explica entonces la entusiasta acogida que desde el año pasado merece su obra en Europa, a raíz de sus primeras exposiciones en el viejo continente”, señala el secretario general de la Universidad Central Ramón Manrique Boeppler.

Crítica FENALCO


Lorena Fernández es diseñadora publicitaria, ha trabajado lo autóctono a través de los bodegones y los personajes costeños. Sus temas tienen a hombres y mujeres que cuentan historias, que ella señala como ”seres vivos”, llenos de color y parte del nuevo escenario urbano.
Olga Villegas ha dicho de esta Barranquillera que, los críticos mas exigentes han encontrado en sus obras un pincel muy seguro para seguir recuperando el encuentro de culturas y rescatar la memoria perdida del universo preamericano.

Crítica FENALCO


Lorena Fernández es diseñadora publicitaria, ha trabajado lo autóctono a través de los bodegones y los personajes costeños. Sus temas tienen a hombres y mujeres que cuentan historias, que ella señala como ”seres vivos”, llenos de color y parte del nuevo escenario urbano.
Olga Villegas ha dicho de esta Barranquillera que, los críticos mas exigentes han encontrado en sus obras un pincel muy seguro para seguir recuperando el encuentro de culturas y rescatar la memoria perdida del universo preamericano.

Crítica Colombian Post

LORENA FERNÁNDEZ AND A TROPICAL ABSTRACTION

One day, upon looking at an ancient vase created by a craftsman of some lone lost tribe, it was revealed to Lorena Fernández that her native country not only had some of the world´s best artisans, but also very complex civilization wich could have easily rivaled those of the Egyptians and Celts.
So how cold the work of these masters, inventors of an intricate process employed in molding esquisitely detailed gold and tumbago (a copper-gold alloy) figures, be forgotten?
What followed then was a search for ideal contrast, a justification of the simmetry and abstraction in pre-colombian desing and the incorporation of new elements which wolud alternate with other expressions of the nation´s beauty.
Grenadines, mangoes, squash, plantains, and other domestic fruits added not only the necessary colors and shapes, but also provided a link between historic and modern-day Colombia, and conveyed a tropical exhuberance.
Abstraction, cubism, and other artistic expressions were emplyed by Lorena Fernández.

Crítica Colombian Post

LORENA FERNÁNDEZ AND A TROPICAL ABSTRACTION

One day, upon looking at an ancient vase created by a craftsman of some lone lost tribe, it was revealed to Lorena Fernández that her native country not only had some of the world´s best artisans, but also very complex civilization wich could have easily rivaled those of the Egyptians and Celts.
So how cold the work of these masters, inventors of an intricate process employed in molding esquisitely detailed gold and tumbago (a copper-gold alloy) figures, be forgotten?
What followed then was a search for ideal contrast, a justification of the simmetry and abstraction in pre-colombian desing and the incorporation of new elements which wolud alternate with other expressions of the nation´s beauty.
Grenadines, mangoes, squash, plantains, and other domestic fruits added not only the necessary colors and shapes, but also provided a link between historic and modern-day Colombia, and conveyed a tropical exhuberance.
Abstraction, cubism, and other artistic expressions were emplyed by Lorena Fernández.

Crítica Dominical El Tiempo

HERRAMIENTAS DIDÁCTICAS. Como hitos de un proceso, los museos aportan a la formación de la identidad. Los de arqueología y antropología no sólo son herramientas en el estudio de científicos, sino inspiración para artistas y diseñadores, como es el caso de las pintoras Lorena Fernández y María Victoria Mutter.

Crítica Dominical El Tiempo

HERRAMIENTAS DIDÁCTICAS. Como hitos de un proceso, los museos aportan a la formación de la identidad. Los de arqueología y antropología no sólo son herramientas en el estudio de científicos, sino inspiración para artistas y diseñadores, como es el caso de las pintoras Lorena Fernández y María Victoria Mutter.

Crítica Silvia Médina

Lorena Fernández

Lorena Fernández nos propone un paisaje transgresor, mediante una poética abstracta, que visualiza y reflexiona sobre temas vitales, como el medio ambiente, y la necesidad de cultivar y proteger la riqueza que emana de la madre naturaleza, en un mundo cada vez mas desigual, contaminado y extinguido por la arbitrariedad, el abuso, la confabulación de poderes y la necedad humana.

Lorena con su lenguaje abstracto-simbólico pone al desnudo esta realidad, que afecta el planeta "humanidad" en que habitamos.

Sus pinturas inciden vigorosamente con una dinámica fauvista, de rescate antropológico, su colorido aguerrido cabildo sobre la fisionomía ambiental de los espacios urbanos, las topografías geográficas, las catástrofes climáticas y la deforestación de nuestros bosques, así como también, su arte medita, sobre la salvaje matanza y el comercialismo brutal de la flora y la fauna, en el entorno global actual.
Las pinturas de Lorena se estructuran en arquetipos minimalistas, que descodifican a su lenguaje pictórico abstracto, haciéndonos interactuar de una forma diáfana y profunda dentro de su universo ecológico , de compromiso socio-ambiental sobre la necesidad esencial de preservación del entorno natural donde convivimos.
Los trabajos de Lorena escenifican las geografías del paisaje, que también son simbólicas , los espacios físicos se resuelven en arquetipos geométricos , que son formas emisoras de símbolos, la relación y los contrastes entre selva y desierto, llanura y valle, bosque y montana, mar y tierra, isla y continente se convierten en escritura cifrada y texto jeroglífico. Cada tierra es una sociedad, un mundo y una visión del mundo y del trasmundo, cada historia es una geografía y cada geografía es una antropología de símbolos.
Lorena nos devuelve con sus pinturas, el alma espiritual del paisaje histórico , traducido en signos radiantes para alertar conciencias, la fuente inspirativa de su arte, construye y conserva las esperanzas de un mundo mejor, para deleite estético de los espectadores, que tienen el placer de conocer y disfrutar de sus utile , fascinantes y el estilo supremacistas de sus obras.

Silvia Medina
Curadora

Crítica Silvia Médina

Lorena Fernández

Lorena Fernández offers us a proposal of a transgressing landscape, by means of abstract poetry, which visualizes and reflects -thus transcending vital topics- such as the environment and the necessity of cultivating and protecting the wealth stemming from mother nature, in a world of steadily increasing inequality, contamination and extinction, due to arbitrary, confabulation of powers, mere human abuse and nonsense.

Lorena, through abstract-symbolic language, bares this reality that is affecting the planet we live in and its “humanity”.

Her paintings, thanks to fauvistic dynamics, have a vigorous impact that hopes to be a means to a anthropological rescue, her warsome canonry of the environmental physionomy of urban spaces, geographic topographies, climatic catastrophes and deforestation of our habitat. Her art is also a meditation of the Savage slaughter and commercialization of the flora and fauna in our current global milieu.
Lorena´s paintings are structured by means of minimalistic archetypes, something which decodes her pictorially abstract language, making us interact in a diaphanous and profound way with her ecological universe, one of social and environmental commitment as an essential need of preservation of the natural ambiance we live in.
Lorena´s Works are scenarios for landscape geographies that are also symbolical, physical spaces are dealt with through geometric archetypes , which are forms emitting, the relationship between jungle and desert, flatland and valley, forest and mountain, sea and land, island and continent, and in the end becoming encrypted writing and hieroglyphic text.
Each place on the Earth is a society, which has its own world and a vision of that world and a hidden one, each history is a geography and each geography represents an anthropology of symbols.
In her paintings, Lorena recovers for us the soul of the historical landscape, projecting it through radiant signs to warn our consciousness, inspiring source of her art, building and keeping hope for a better World, for the delight of those spectators who have the aesthetic pleasure of becoming acquainted with and of enjoying the useful, fascinating and supreme style of her works.

Silvia Medina
Curadora